Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa Estudio Pallares, por un lado, surge de la necesidad que tenía la escultora Edna Pallares por habitar en un espacio contiguo a su lugar de producción creativa, y por el otro, es el resultado de un trabajo inspirado en la materialidad de sus esculturas, y un ensayo más de como bajar luz adecuada al espacio. Compuesto por tres volúmenes separados cada uno por un patio, el proyecto busca tener una secuencia espacial sorpresiva, derivada de un pasillo con muros en grapa que conecta con todos los espacios a manera de columna vertebral.
El proceso de diseño se vio extendido debido a que fuimos muy abiertos durante la etapa constructiva, en cuanto a recibir cambios por parte de Edna, estos a veces en forma de esculturas incrustadas en los muros y pisos, y en otras, peticiones de cambios en la manera en que ella visualizaba como podría habitar el espacio. Quizás el más contundente de estos, sería el del estudio de dibujo, que no fue planeado para el proyecto original, y resalta por su cubierta de concreto, un tanto inspirada en el funcionamiento de los dientes de sierra industriales, y, por otro lado, con una intención de dejar un acento brutalista en el proyecto.
El sistema constructivo se compone de muros de carga, de lo más elementales, con castillos y tabique rojo recocido, y entrepisos de viguerías de madera con encofrados de duela y cerramientos de IPR, este módulo acompaña el orden de los demás elementos en el espacio, y en algunos casos el sistema tan sencillo es complicado a manera de adorno, como sucede en los tableros de los muros, donde se giraron la mitad de los tabiques hacia el exterior como un gesto de relieve muy escultórico.
Creemos que la parte más sorpresiva fue el proceso de apropiación al momento en el que Edna empezó a habitar su nuevo refugio, donde encontramos que el espacio reveló rasgos del amor que ella tiene por los objetos.